El estudio neozelandés- publicado este mes en el journal of science and medicine in sports- ha arrojado novedosos resultados. Ciertos tipos de ejercicios pueden desencadenar una mejor quema de grasa y otras respuestas en la salud corporal de lo que simplemente contar las calorías quemadas sugiere.

 

Los resultados desafían directamente la forma en la que pensamos acerca de las calorías. Ellos demuestran que diferentes tipos de entrenamiento tienen diferentes efectos en los cambios hormonales y fisiológicos que suceden en el cuerpo de las personas, incluso cuándo estas queman la misma cantidad de calorías.

 

Llevado a cabo por el investigador Nigel Harris de la universidad tecnológica de Auckland, el estudio buscaba identificar la causa subyacente de las marcadas diferencias en la perdida de grasa corporal obtenida por un entrenamiento de fuerza/resistencia- como es BODYPUMP. Una clase de bajos pesos y altas repeticiones creada por Les Mills International- comparado con entrenamientos cardiovasculares más intensos.

 

Tras comparar los niveles de Hormona de Crecimiento Humano (HCH) presente en participantes luego de completar una sesión de entrenamiento de resistencia unos y otros de entrenamiento cardiovascular de ciclismo, se vio que la HCH era 56% mayor en quienes habían realizado el entrenamiento de resistencia.

 

De forma similar, los niveles de lactato sanguíneo fueron 81% superiores luego de sesiones de entrenamiento de resistencia comparados con las sesiones de ciclismo. Los niveles de lactato en sangre aumentan luego de un ejercicio muscular intenso, producto del aumento de la hormona mencionada previamente.

 

De hecho, es ampliamente aceptado que el ejercicio a una intensidad superior al umbral de lactato, para un mínimo de 10 minutos en un entrenamiento, es el mayor estímulo que hay para la secreción de HCH.

 

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Los beneficios de ciertos tipos de entrenamiento, como los de resistencia o alta intensidad, pueden durar mayor tiempo durante el periodo de recuperación incluso cuando el entrenamiento haya terminado.

 

Los resultados también tienen implicaciones para los deportistas que dependen de dispositivos portátiles para medir su quema de calorías durante entrenamientos o sesiones de entrenamiento, según el Dr. Harris.

 

“Las calorías importan”, dice Harris, “pero también lo hace el efecto que una sesión de entrenamiento tiene sobre las hormonas. Y las respuestas fisiológicas que tiene nuestro organismo, ya que se sabe que tienen efectos positivos a largo plazo en la composición corporal. Un dispositivo portátil que solo mide la frecuencia cardíaca y el conteo de calorías puede por lo tanto, ser una herramienta demasiado limitada para obtener una comprensión adecuada de las adaptaciones y sucesos que tienen lugar en nuestros cuerpos cuando hacemos ejercicio”.

 

En general, dice Hastings, el estudio apunta a la importancia de que la gente comprenda el efecto que tiene ciertos tipos de ejercicios. “Es complejo”, dice, “y solamente contar calorías no nos permite ver una gran parte del rompecabezas. Ahora sabemos eso”

 

El Estudio Neozelandés se propuso establecer si era lo mismo quemar calorías haciendo ejercicio cardiovascular – pedalear de manera constante en una bicicleta- que haciendo una clase de BODYPUMP.

 

Mas específicamente, el equipo de investigadores buscaba comparar las respuestas fisiológicas y hormonales de los participantes de ambas actividades, incluso cuando el numero de calorías quemadas había sido el mismo.

 

La investigación surgió como respuesta a un estudio previo que mostró las claras diferencias en cuanto a la reducción de grasa que se obtiene como resultado en clases de resistencia comparadas con entrenamientos cardiovasculares de mayor intensidad. Pero no pudieron establecer cuales habían sido las causas.

 

Dado que son las mujeres quienes acuden mayoritariamente a las clases de BODYPUMP, el estudio se centró en 12 de ellas, todas sanas. Primero realizaron una clase de BODYPUMP y el equipo de investigadores midió la cantidad de calorías quemadas. Esto, fué para poder establecer el nivel de intensidad de la sesión de ciclismo y así mantener una paridad entre calorías y tiempo en ambos entrenamientos.

Se realizó una extracción de sangre antes y después de la clase de BODYPUMP y antes y después de la sesión de ciclismo para medir sus respuestas hormonales frente a los dos entrenamientos.

 

En todos los aspectos, el resultado del estudio arrojó que el cuerpo tiene mucho mejor respuesta a BODYPUMP de lo que responde a una clase de ciclismo estacionario atado a un nivel de intensidad y calorías.

 

Los niveles de lactato en sangre fueron 81% superiores luego de realizar BODYPUMP, mientras que los de HCH 56% más altos.

 

En esta era de seguimiento de nuestras actividades, cuando tenemos datos de nuestros entrenamientos al alcance de un click, es tentador juzgar nuestro nivel de actividad basado exclusivamente en cuantas calorías hemos gastado.

 

Cuando comparamos con una sesión cardiovascular de mayor intensidad, BODYPUMP podría hacernos gastar menos cantidad de calorías durante los 55 minutos que dura la clase. Sin embargo, como este estudio muestra, el impacto que BODYPUMP tiene sobre el metabolismo y la composición corporal es más significativa y continuo.

 

Un entrenamiento que tenga una balanceada combinación entre resistencia y cardio nos ayuda a mantener todos los beneficios de largo plazo. Osea, haciendo que el numero de calorías quemadas sea solamente una de las consideraciones a tener en cuenta para juzgar un tipo de entrenamiento.

 

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